A un mes de las elecciones regionales, se produjo la renuncia de Daniel Quintero Calle como alcalde de Medellín, la segunda ciudad más importante de Colombia, uno de los fortines políticos más apetecidos.
El controvertido exalcalde se decidió irse a la calle a hacer política al lado de Juan Carlos Upegui, el candidato de sus simpatías para sucederlo en el cargo y no entregárselo al uribista Federico Gutiérrez, excandidato presidencial uribista, crítico enconado de su administración en la capital paisa, de la que fue alcalde.
De acuerdo con Quintero, cuando hace cuatro años ganó la Alcaldía, la oposición hizo “de todo” para sacarlo, pero él lo único que hizo fue concentrarse en mejorar Medellín. “Revocatorias, amenazas, montajes. Incluso, en el momento en el que estaba en la cirugía de mi bebé, se metieron hasta con mis hijas”, denunció.
En cuatro años de mandato, Quintero ha chocado con empresarios e industriales, entes de control que lo han querido sacar del cargo, a medios de comunicación y políticos tradicionales ultraconservadores.
«No puedo quedarme cruzado de brazos mientras veo cómo los políticos de siempre, a través de Fico que antes era una persona alternativa y se unió con todo lo peor de la política tradicional, están tratando de volver al poder utilizando todas las artimañas”, declaró el exalcalde.
